- Somos ecologistas
Nuestro deseo más profundo es vivir en armonía con el entorno en que vivimos. En armonía con el medio ambiente, en armonía tanto con nuestros compañeros de trabajo como con nuestros familiares o vecinos. Estamos optimizando nuestros procesos de producción y distribución para que nuestra huella medioambiental sea la menor posible. Colaboramos con el Grupo de Ecologistas de la Serranía.
- Somos felices
Fuente de nuestra felicidad es la pasión por el olivo. Con nuestros clientes compartimos la pasión por olivo, oleocultura y productos de madera de olivo. La pasión nos da fuerza para contagiar el mundo con felicidad.
- Somos diferentes
Nos oponemos a la mediocridad - en la producción, en el sabor de nuestro aceite de oliva ecológico, en el veteado y calidad de la madera, en su acabado etc. La singularidad está reflejada no solo en nuestros productos, sino en el modo en que los producimos. También nuestros clientes suelen ser unos personajes muy singulares. No existe etiqueta que se nos pueda poner. Es imposible encajarnos en una categoría de las empresas en el sentido clásico de las palabras. Hacemos aceite de oliva y productos de madera. No somos ni un olivar tradicional, ni una almazara, ni un aserradero, ni un secadero, ni una carpintería de madera, ni una fábrica de tableros, ni una ebanistería, sino una mezcla de todo ello. En cuando al estilo y diseño de los productos de la madera, si quisiéramos definirlo, quizás nos inventaríamos un estilo "rústico minimalista".
- Yevea es original
Nadie hace lo que hacemos nosotros. Tenemos nuestro propio estilo irrepetible. Tanto nuestros diseños en madera como el sabor de nuestro aceite ecológico resaltan por su singularidad. No hacemos una cosa para que parezca otra. De la creatividad combinada con el trabajo cotidiano nos surgen ideas nuevas y originales. Las ideas son nuestras, por ello nuestros productos son los originales. No copiamos a nadie. A nosotros si nos copian, o por lo menos lo intentan. Hasta las megaempresas multinacionales están siguiendonos y compiando nuestros productos. Eso no nos preocupa, porque no es lo mismo copiar una idea o un producto de alguien y vivirlo . Nosotros vivimos nuestras ideas, las estamos inovando continuamente así que ninguna copia puede alcanzar grado de madurez del original. Muchos clientes nos han contado, que estaban probando las alternativas. Eso es comprensible, nadie quiere depender del un único proveedor. Estos clientes nos cuentan que tras las "experiencias dolorosas" (cita literal) han vuelto a original - a Yevea.
- No tenemos doble vida
Tanto en el trabajo como en la vida privada nos regimos por nuestros principios. Nosotros mismos utilizamos todos nuestros productos: tablas de cocina, mesas, encimeras, etc en nuestra vida cotidiana y estamos enamorados de ellos. Del mismo modo, utilizamos nuestro aceite de oliva en la cocina, el comedor, baño y dormitorio, bien como parte fundamental de nuestra dieta, bien como aceite de masaje y belleza o para nutrir nuestros suelos y muebles de madera. Vivimos y trabajamos según nuestros principios, y no venderíamos p.e. nuestro aceite de oliva, si no estuviéramos convencidos de que es el mejor.
- No camuflamos nada
Somos transparentes en todo lo que hacemos. Al cliente le informamos de todo, incluso de los posibles problemas, explicando en nuestra página detenidamente las verdades sobre que y como lo hacemos. No escondemos nada. Nosotros mismos como personas, no somos sutiles, ni nuestros productos lo son. En nuestras acciones y nuestros productos se puede apreciar perfectamente la materia prima original y cómo han sido trabajados. Nuestros productos emblemáticos son los que muestran la imperfección y a la vez la belleza de la naturaleza desde el primer momento. En nuestro aceite de oliva se aprecia su sabor singular de la propia aceituna, sin camuflarlo, ni suavizarlo (como hacen algunas almazaras). En nuestros productos de madera se aprecian los nudos, grietas y cantos propios de la madera. La madera no la cubrimos con lacas que la plastifican y le impiden respirar. Nosotros la nutrimos con aceite - así quien toca el producto de madera Yevea, está tocando la madera natural, no el plástico de las lacas.
- No queremos adornos ni florituras
Hemos diseñado tanto nuestros productos como nuestras vidas personales sin adornos. No queremos producir productos complicados ni adornados, ni vivir una vida complicada. Somos de campo, sencillos y honestos. A nivel empresarial, nuestra política "sin adornos" se manifiesta en la rectitud de los procesos de producción, la ausencia de las tiendas y las redes comerciales, el número reducido de productos y materiales utilizados etc.
- No queremos ganar a nadie
Ganar un partido de juego finito en el que al final siempre hay un ganador y un perdedor, como por ejemplo una guerra, significa ganar sobre alguien (este alguien será el medio ambiente). La mayoría de empresas está intentando "ganar" el juego, poniéndose unos objetivos materiales altos cada mes. Eso ocurre porqué los líderes de nuestra economía parten de un paradigma falso - ven la economía como un juego. Que pasa si ganan o pierden? Nuestro trabajo para nosotros no es un partido, no queremos ganar a nadie. Tampoco nos dejamos llevar por las modas fugaces. No nos interesan incrementos bruscos en la venta al contrario estamos creciendo paso a paso, cuidando la sostenibilidad. Rechazamos todos los proyectos no sostenibles. Nuestro objetivo no es ganar, sino poder seguir dedicándonos felizmente a nuestro trabajo en nuestro planeta tan bonito.
- No sembramos la necesidad en nuestros clientes
- al contrario satisfacemos sus necesidades. No hacemos a los clientes querer nuestros productos, solo damos respuesta a los clientes que quieren otras cosas. Encontrar algo diferente en una sociedad dominada por la publicidad puede ser una tarea difícil y al final todos acabamos comiendo, bebiendo, vistiendo, decorando y en fin consumiendo y deseando lo que las grandes empresas nos quieren vender. Todo nuestro esfuerzo está dirigido a mejoras continuas del producto y de la producción. No dedicamos recursos ni esfuerzos a marketing. Aunque somos gente alegre con gran sentido del humor, nadie nos va oír decir "si compras dos te regalamos...", "solo si te haces miembro platinum tienes accesso a... etc.
- Cuidamos el bienestar del cliente
En Yevea somos muy conscientes que cada olivo, cada madera, cada proyecto y sobre todo cada persona son únicos. La vida corre cada día más deprisa, los valores que nos rigen son dictados por las masas y el indivíduo desaparece. Ponemos las necesidades individuales de cada cliente ante todo. No queremos hacer ventas porque sí. Nosotros no miramos la venta sino la necesidad real de cada cliente. Acompañamos a cada cliente antes y después de su compra con la máxima atención y responsabilidad. Nuestro objetivo no es que el cliente se gaste mayor cantidad del dinero sino escuchar sus necesidades y ofrecerle exclusivamente los productos que estamos convencidos que pueden aumentar su bienestar. Servimos de punto de apoyo tanto para decoradores, arquitectos con proyectos grandes como a particulares y también a los amantes del buen aceite de oliva. Arquímedes dijo: "Dadme un punto fijo y moveré el mundo".
- Vendemos más por menos dinero
En Yevea mantenemos la mejor relación calidad / precio. Garantizamos personalmente la más alta calidad, porque estamos convencidos de que le ofrecemos con diferencia lo mejor del olivo. Nos lo confirman continuamente nuestros clientes apasionados por los productos Yevea: comprando en Yevea han recibido por "menos" dinero "más" calidad. Te proporcionamos la mejor relación calidad / precio por muchas razones, pero basicamente porque fabricamos y vendemos directo, no tenemos almacenes ni tiendas, trabajamos nuestra propia materia prima y nos obsesiona la calidad. Aún así, no competimos por los precios más bajos. Siempre habrá alguien quien puede hacer nuestro producto con otros materiales, con poquito (o muchito) peor calidad y venderlo más barato. No obstante no hay nadie quien puede producir el mismo producto con la misma calidad con el mismo material por el mismo precio. Nuestro objetivo ni es tener los precios más bajos, porque siempre se pueden fabricar productos parecidos en peor calidad en manera no sostenible. Si desarrolláramos nuestra actividad de manera no sostenible, para nosotros nuestro trabajo no tendría sentido.
- Queremos menos consumismo
Pese a que vivimos en una sociedad consumista, dónde más consumo es igual a más beneficio, este principio nuestro puede sonar antagónico. Estamos convencidos que la humanidad ya no necesita mas productos digitales, veloces y artificiales y sobretodo perecederos. Lo que si que nos hace falta son valores y productos que representan valores reales. Queremos volver a rodearnos con menos cosas, pero que sean tangibles, naturales, funcionales y duraderas. La filosofía "menos es más" es un conjunto de valores que todos debemos aplicar a nuestras vidas.
- No trabajamos con prisas
Hacemos cosas lentamente para que duren eternamente. La vida corre cada día más deprisa, los valores que nos rigen son más y más fugaces. Lo que nos hace falte es pararnos, deconectar y contemplar nuestros valores. Productos sacados contrarreloj no pueden ser buenos. En la producción tenemos menos prisa para conseguir más calidad. Confiamos tanto en la calidad de nuestros productos, que nuestros clientes se benefician de nuestra garantía de buena voluntad de 20 años para nuestros productos de madera de olivo es 10 veces más de lo que prescribe la ley.
- El orden nos importa
Orden en el trabajo, orden en las cabezas. El orden simplifica la planificación, la producción y la mejora de la calidad de vida. Vemos el orden y la simplificación que conlleva, como la condición imprescindible de la maestría en todo lo que hacemos.
- Aprendemos del pasado
"El trabajo con la mano se nos va de las manos" - Aunque nuestras abuelas se cosían su ropa, nuestras madres la sabían arreglar, nuestros hijos en lugar de coserse un botón prefieren comprarse una prenda nueva (o se la llevan a abuela si todavía está viva). Para aprender la vida sostenible solo hace falta aprender de nuestros abuelos. En Yevea somos personas curiosas con ansiedad de aprender y mejorar cada dia. Aunque ya se perdió el arte de trabajar la madera como algo que cada hombre debe saber; en los rincones apartados de España los agricultores llevan sus almendros, nogales y olivos al carpintero del pueblo para encargarles mobiliario para su casa. Eso no es una economía antigua, sino una economía sostenible. En la forma de cultivar la aceituna, producir el aceite, fabricar la madera de olivo y en los proyectos de reformas en Yevea intentamos recuperar y mantener la sabiduría del pasado, ya que nuestros abuelos ya sabían llevar una vida sostenible - solo hay que reaprenderla.